militares de fabricación estadounidense, el 17 de abril de 1975.
(Fuente de la imagen: The Phnom Penh Post)
LA DECADENCIA DE LA
CULTURA
En mayo del 75, escondí la preciosa riqueza,
empaqué arroz blanco en las maletas
y ropa vieja, un pequeño horno de hierro,
ollas, sartenes, platos, cucharas, un hacha, un azadón,
un poco de pescado curado en pequeños recipientes de plástico:
lo puse todo en una carreta y la arrastré hacia el este
bajo la luna llena.
"¡Ah, el hogar, el
hogar, el suelo sagrado donde vivíamos felices,
el patrimonio construido, poco a poco, por mi padre!
¡Oh, la fuente de Naga con sus siete veneros,
preservando nuestras tradiciones de antaño!
¡Oh, Monumento de la Independencia! ¡Oh, biblioteca! ¡Oh, libros de poesía!
¡Nunca podré cantar de nuevo los poemas de inspiración divina!
¡Oh, palabras quintaesenciales de los poetas!
¡Oh, artefactos que nunca podré tocar o ver de nuevo!
¡Oh, Phnom Penh! ¡Oh, pagoda donde adorábamos!
¡Oh, Angkor Wat, sublime monumento a
las aspiraciones de nuestros viejos antepasados jemeres!
¡Ah, puedo ver a través de estas tres selvas!"
No estaré en ninguna parte,
no tendré noche,
ya no tendré días,
seré un hombre sin identidad.
“Dolor por las camboyanas
que fueron fieles a sus amados;
ahora vagan insomnes,
en cualquier rincón de sus hogares.
¡Oh, árboles rang, campos de desove,
convertidos en zancos quemados por la conflagración del Pot-Sary.
Aniquilen los árboles rang, las palmas de azúcar,
la República Jemer!”
No hay más intelectuales, no más profesores:
todos se han ido de Phnom Penh, llevándose los niños,
desposeídos, engañados hasta la última persona,
desde el culí hasta el rey.
U Sam Oeur
Poeta camboyano nacido en 1936.
Versión de Rafael Patiño Góez
(Fuente: Prometeo, Revista Latinoamericana de Poesía, núm. 86-87, 7.2010.)
Después de una cruenta guerra civil, Camboya fue sometida al régimen de terror de los Jemeres Rojos, liderado por el dictador Pol Pot, desde abril de 1975 hasta enero de 1979. Durante aquel período, U Sam Oeur estuvo internado en cuatro campos de concentración, condenado a trabajos forzados, y fue testigo de las mayores atrocidades.
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