22 de noviembre de 2020

Desierto de Mojave


CANCIÓN DE CUNA DEL MOJAVE

Duérmete, mi pequeño hombre-niño,
ha llegado la hora de los sueños.

En las enmarañadas ramas del mezquite
la madre pájaro ha anidado a sus pequeños.
Sobre las tenebrosas colinas
se arrastran sombras violetas hacia el este,
y más allá del cielo occidental los tintes palidecen
cuando el crepúsculo extiende su manto.

Las colinas del este están iluminadas,
sus agudas cumbres arden y brillan
con los colores que el Gran Jefe del Cielo
dio a su padre a cambio de su arco.

Guarda silencio, hijo varón, no tengas miedo,
son los pasos de tu padre que se acercan.
Mira cómo separa con sus fuertes manos,
en el sendero, a lo largo del río,
las altas hierbas que se yerguen como flechas
sobre su cabeza oscura,
hasta que aparece a la vista:
regresa a casa, al hogar,
para estar con mamá y contigo.

Duérmete, mi pequeño hombre-niño,
la luz del día se ha apagado.
Ya no se oye piar en las ramas,
ha llegado la hora de los sueños.

Bertrand N. O. Walker
Poeta estadounidense nacido en Kansas City el 5 de septiembre de 1870.
Murió en Joplin (Misuri) el 29 de junio de 1927.

Versión de Rosa L. Burke

(Foto © American Travel Journal)

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