26 de noviembre de 2020

Cordillera de los Pirineos

La Sierra de los Alanos, en los Pirineos aragoneses.
(Foto © Aragón Digital)

PIRENAICA

Traje mi fuego para arrebatarte;
vine desde el asfalto y el neón deslumbrante,
desde la confusión, la prisa, el ruido, el humo...

Traje mis ángeles urbanos a tu luz pirenaica;
desafié los hielos y las nieblas
con la soberbia propia del profano.

Transité tus senderos milenarios,
bebí el veneno dulce de tus fuentes,
contemplé tu silueta inamovible
y creí de ese modo hacerte mía.

La realidad, sin embargo, fue distinta:
Me transformó el silencio de tus cumbres.
Me conmovió la soledad de tus ibones.
Sentí el rocío de la madrugada
y el leve susurrar de la espesura.
Me acostumbré a escuchar de otra manera
y a convivir con los extraños seres
que pueblan las orillas del torrente.

Así fue sometida mi arrogancia.
Hoy vago entre tus abetos y sabinas,
vencido por tus armas invisibles,
sujeto al resplandor de tus laderas.

Sergio Borao Llop
Poeta español nacido en Mallén (Zaragoza) el 25 de diciembre de 1960.


7 comentarios:

  1. Hola un poema muy intenso. Yo estuve en los Pirineos zona de Canfran hace unos décadas. Era el mes de Julio y me enamoré de esa paz llena de vida. Saludos.

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    1. Hola, Berta. Gracias. Toda la zona pirenaica está llena de lugares idílicos. Espero que tengas ocasión de volver por allí. Un cordial saludo.

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  2. Necesitàs asomarte por nuestra provinic Mendoza, o tambièn por San Juan, Salta o Jujuy. Un amigo tano que tuve, que nació al pie de los Apeninos, me hablò de los Andes como una experiencia de conocimiento que tienen que tener los europeos.
    Y yo... Me parece que voy a quedarme sin conocer ni los Pirineos, ni el País Vasco, ni Galicia ni el vecino Portugal...
    Todo un gran poeta, amigo Sergio.

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    1. Ya me gustaría visitar no solo Argentina, sino todo el continente americano, ese era un viejo proyecto mío. Por desgracia el tiempo ha pasado y no he podido llevarlo a cabo y presiento que ya va siendo tarde. Como consuelo, nos queda asomarnos a esos lugares que no conocemos a través de las palabras ajenas y de las imágenes que internet nos brinda. No es un gran consuelo, lo sé, pero es más que nada. Un abrazo.

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    2. Nada me gustaría más que conocer todos esos lugares que mencionas, Carlos. Y no solo. Toda Latinoamérica. Pero la vida no me lo ha permitido hasta el momento y me temo que ya va siendo un poco tarde. Me conformo con estos recuerdos pirenaicos. El consuelo es que, en este tiempo que nos ha tocado vivir, existe la posibilidad de "conocer" maravillas lejanas a través de internet.
      Gracias por tus palabras y un abrazo.

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  3. Cuánta belleza has encontrado en ese camino ondulando Los Pirineos, al punto de llevar tu fuego, tu luz, tu sed insaciable de conquistador y que ese paisaje te transformara desde su silencio o rumor, hasta palpar en tus ojos y piel contemplativa, su rocío, la espesura, y esa altanera manera de hacer cielo mientras el éxtasis palpitaba entre tus letras. Hermosamente poemado. Y coincido con las palabras de Carlos y las tuyas, en cuanto a que te vengas a enamorar de Los Andes. Y aunque creas que son viajes que no tienen lugar ahora, debemos sostener los sueños y viajar aunque sea con imagenes, palabras y los cinco sentidos aflorando, tal como haces cuando escribes desde tu adentro, que te sale de maravillas. Muchas gracias por compartirnos Pirenaica, y decirte que Mendoza te espera aún en sueños. Un abrazo cordial, poeta.

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    1. Muchas gracias por tus palabras, Ana. En cuanto a Los Andes y Mendoza, por ahora tendré que conformarme con verlos en fotografía o en vídeo. Quizá, quizá también haga alguna visita en sueños, y podamos encontrarnos en alguno de esos parajes oníricos. Un fuerte abrazo.

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