25 de noviembre de 2020

Siracusa

Detalle de la fuente de Diana, en Siracusa, obra de Giulio Moschetti (1907).
(Foto © Italian Ways)

En Siracusa, Freud ve pequeñas estatuas
de madres y de niñas, algunas con bebés,
captadas en el acto de sonreír o caminar.
Aquí vi al femenino, le escribe a Jung:
pero no entra en detalles y no comparte
el descubrimiento ni siquiera con Ferenczi,
que demuestra ser exigente y problemático en el viaje.
Mantiene la visión por sí misma, descubierta o no por casualidad,
vale la pena un viaje entero, pero no encuentra las palabras,
tal vez la quería demasiado tiempo
y es inútil adornar la verdad con los detalles.
Le escribe a su esposa, imposible el año que viene,
demasiado costoso para venir tres, cinco, once,
yo debería empezar a fabricar hebillas y cerillas,
me guardo Sicilia para mí, que nadie se enoje conmigo.

Marilena Renda
Poeta, ensayista y traductora italiana nacida en Erice (Sicilia) en 1976.

Versión de Natasha Sardzoska

(Fuente: Revista Altazor, Chile.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario