21 de enero de 2020

Ramallah



UNA NIÑA DE RAMALLAH

Estuvo con nosotros hasta que cayó el velo de la noche, hasta que sus pasos cesaron como lluvia inofensiva.
Poco supimos de ella: que se detenía en las tardes a ver pasar el sol y que corría tras las mariposas, casi volaba con ellas.
Algunos oyeron su grito, pero estaban muy ocupados levantando cercos, según ellos, para que no entraran los cerdos a sus casas.
Florecieron los jardines, los pájaros surcaron el cielo, las hojas cayeron secas sobre el prado. Aún nadie nos escucha y tal vez nadie lo haga en lo que resta de cosechas, pero queda la lluvia que seguirá humedeciendo su huella en el camino; quedan las mariposas que recorrerán su misma ruta de la tarde y quedan los malditos cercos 
que nuca serán mayores que estos montes que darán testimonio de nosotros y los peñascos que gritarán siempre los nombres de los nuestros, los de aquellos que ahora son árbol de memoria.

Omar Iván Garzón Pinto
Poeta colombiano nacido en Bogotá en 1990.

(Fuente: Suplemento de Realidades y Ficciones, núm. 66, septiembre de 2015.)
(Imagen © Bansky)

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