ENCUENTRO EN LA RINGSTRASSE
Un habla desconocida, como música cercana,
me llegaba de su boca y fluía despacio,
daba vueltas en torno a mi frente perpleja.
Y luego nos besamos.
Un habla desconocida, como música cercana,
me llegaba de su boca y fluía despacio,
daba vueltas en torno a mi frente perpleja.
Y luego nos besamos.
Un castaño susurró en la cálida noche muda.
Sonaban a lo lejos los tranvías.
En todas partes, Dios, es amable la tierra.
Y en todas partes la mujer es bella.
Sonaban a lo lejos los tranvías.
En todas partes, Dios, es amable la tierra.
Y en todas partes la mujer es bella.
Como espiga en la tormenta se inclina en mi
hombro,
como una espiga llena y vencida.
Los relojes de las torres dieron las diez
y alguien pasó a nuestro lado.
como una espiga llena y vencida.
Los relojes de las torres dieron las diez
y alguien pasó a nuestro lado.
Miró, se paró en la calle silenciosa.
Luego sonrió desde lejos.
Pero yo nunca antes había visto
a un hombre sonreír con tanta amargura.
Luego sonrió desde lejos.
Pero yo nunca antes había visto
a un hombre sonreír con tanta amargura.
Y se fue caminando, con veintiocho años,
inclinando los hombros de un modo extraño.
Y en el largo silencio nocturno
golpeaba el pavimento su pierna de madera.
inclinando los hombros de un modo extraño.
Y en el largo silencio nocturno
golpeaba el pavimento su pierna de madera.
Milan Rúfus
Versión de Alejandro Hermida de Blas
Milan Rúfus, poeta, ensayista y traductor literario eslovaco (Závažná
Poruba, 10 de diciembre de 1928 – Bratislava, 11 de enero de 2009).
© Alejandro Hermida de Blas por la versión.
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