LIBRADAS A SU PLACER, KHAJURAHO
Qué mujer no se ha sacado una espina del pie
y arqueádose, desnuda o bajo veladuras
y abalorios, en el amor o el baile o simplemente
al pintarse los ojos frente a un espejo bajo.
Pero estamos en el siglo diez y Hemavati
ha sido violada por un dios, da a luz
a un príncipe en medio de un bosquecillo
alto de palmeras de dátiles, manda erigir
la arquitectura del deseo.
(En el quince otra dama guarda el cuerpo con llave
de terciopelo rojo y secreta su pasión muda
por los cinco orificios en un huerto florido.)
Y estas hembras duras sobre islas airosas
semejan a las chicas del siglo veintiuno
con sus tangas y tetas de silicona.
(O bien son la Dama y soy yo, transidas
de un disfrute heráldico.)
Como sobre la alfombra de índigo
la escena es exterior y el enigma está adentro,
visible sólo con el ojo de atrás, en el hueco
febril del templo forrado en piedra o piel.
Libradas a su placer, las espontáneas
reunidas en ese tiempo de arenisca
dan un sobresalto al vacío.
María Elena Blanco
Poeta, ensayista y traductora cubana nacida en La
Habana el 27 de diciembre de 1947.
Reside en Viena, Austria, con estadías anuales en Chile.
(Fuente: María Elena Blanco, Sobresalto al vacío, Mago Editores, Santiago de Chile, 2015.)
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