ME ENTREGO A LA CIUDAD
DE LA HABANA
cansado
o enfermo
estoy en el hotel donde duermo
caí, como viajero entrando a las sabanas húmedas
como cae un soldado de la revolución
en su cuerpo heridas y sudor del tiempo.
Caminamos bajo el paraguas de Julio
entre calles B y C
de Vedado.
La lluvia que nos ata a los labios de Oviedo
mojándonos el alma de lo que somos.
Abajo
voces, conversan, analizan la desnudez
como una realidad ardiente.
Me lavas el cabello, beso tus lunas ardientes
sacudimos el alma, late lo que gozamos.
Caigo de rodillas, me sumerjo en la alegría de tus ojos
penetro un verso de Guillén en busca de la música que canta tu cuerpo
hundo mil veces la suavidad de mis dedos y lengua
en la marea de océano que vuelve a mi orilla ardiente
beso quejidos eternos
labios rojos me dan el día victorioso de la revolución.
Yo, en
entre versos que me hablan de ti
no sé quién soy, sigo anclado en los recuerdos de la Habana.
Juan Garrido-Salgado
Poeta y traductor chileno nacido en 1957. Reside, exiliado, en Australia
desde 1990.
(Fuente: Revista Cardenal.)
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