13 de octubre de 2020

Rio de Janeiro

La playa de Ipanema, al sur de la ciudad de Rio de Janeiro.
(Foto © whatdelsdid.com) 

VIEJO QUE OLVIDA EN IPANEMA EL PREGÓN
DE SU MERCADERÍA

Dejaste, viejo, el fardo de tu mercancía
–¿helados eran?– sobre el polvillo blanco
de una arena ya húmeda de tarde,
y allí mismo, junto al mar que sería
mujer coqueta y diosa aquella noche,
noche de Iemanjá –renacimiento–
a una rosa quedaste abandonado.
¿Eran tus negros dedos que sangraban
la rosa misma, encendida de pétalos granate,
o era la flor el cetro de tu mano?
Mano y rosa fundidas en tu gesto,
milagro renovado.
Qué poderoso estabas reclinado en la arena,
en el centro del mundo que en ti se redimía
por la luz de una rosa en tu mirada.
Tú, renegrido, viejo, con hambre de tu abuela,
hambriento hasta la médula del hambre,
reinabas en la playa de Ipanema,
jolgorio de saciados.
¿Qué viste? ¿Qué veías con los ojos profundos?
¿Qué nobleza del hombre te embargaba?
–niño y amante, dios apaleado–,
¿Te elevaba qué sueño
sobre tu propia vida y sus miserias?

Luego ofreciste a Iemajá la rosa
–incierta nave que la mar batía
y que mustió en su abrazo, a tus espaldas.

José Luis Giménez-Frontín
Poeta, prosista, ensayista, traductor y crítico español (Barcelona, 1943-2008).

(Fuente: J. L. Giménez-Frontín, Amor Omnia y otros poemas. Editorial Linosa, Colección “Ámbito”,
Barcelona, 1976.)

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