CUERPO DEL DELITO
Los balcones de Aranjuez, las sedas
que caen sobre el río verde: me desperezo
como una columna y penetro tus enaguas, abanico
tu tristeza palaciega, tu cuerda
de laúd: hechizado
por los temblores de tu cuerpo, me
voy de madre
a padre y a lecho nuevamente sintiendo cómo
los hombros suben hasta mi pecho y te
transfiguro en una gran espalda que voy
lamiendo de rodillas. No hablemos
de aquellos vahos, podemos
enjuagar el paladar de uno en el paladar
del otro, con las aguas verdes
que desbordan sobre tus ojos encendidos
ahora de tanto volar, de tantos
caminos: un poco de calor. Una mano
quedó en alto saludando tus pañuelos, tu aliento
ebrio de Aranjuez, de este olor que te soplo
desde tan lejos, con tanta
fuerza para que lo recibas en tu puerto
y le permitas cargar la carne
salada, el agua potable, los vientos de la partida, los
cabos para ceñir los desengaños, para
trincar la suerte sobre el cuerpo del muelle.
Francisco Urondo
Poeta, narrador y periodista
y activista político argentino nacido en Santa Fe
el 10 de enero de 1930. Murió a manos de la policía, durante la dictadura
militar,
en Guaymallén (Mendoza) 17 de junio de 1976.
(Fuente: F. Urondo, Larga distancia. Ed. Llibres de Sinera, Colección “Ocnos”, Barcelona, 1971.)
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