EL
CAIRO
La ciudad se abre en un ruido constante. La noche es antigua y se prolonga.
Multitudes de jóvenes ociosos recorren las avenidas y la orilla oriental
del río,
miran pasar los barcos lujosos repletos de extranjeros, y aprovechan cualquier
excusa para cantar, abrazarse o dar la bienvenida a los recién llegados.
miran pasar los barcos lujosos repletos de extranjeros, y aprovechan cualquier
excusa para cantar, abrazarse o dar la bienvenida a los recién llegados.
Los árabes la llamaron la victoriosa. En sus edificios ruinosos
perviven las huellas de una guerra moderna
perviven las huellas de una guerra moderna
o de una catástrofe
perpetua;
más que victoria gloriosa, muestran una lenta derrota africana.
Bellísimos minaretes, colinas de azul
y alabastro, más altas son las súplicas
a los pies, sobre alfombras orientales,
más altas las ansías del pueblo por elevarse
y alabastro, más altas son las súplicas
a los pies, sobre alfombras orientales,
más altas las ansías del pueblo por elevarse
de sus palabras enclaustrados, más altas, mucho más,
de su yugo inapelable,
de su yugo inapelable,
en la religiosidad popular, reglamentada o abstracta,
de un país febril
pero descalzo.
(2004)
pero descalzo.
(2004)
Agustín Calvo Galán
Poeta y prosista español nacido en Barcelona en 1968.
Poeta y prosista español nacido en Barcelona en 1968.
(Foto © Viator)
Una hermosa mirada sobre mi ciudad. Gracias,
ResponderEliminarSaid
Gracias a ti Said!
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