La Janskerk (iglesia de San Juan) y la Janskerhof, en Utrecht.
(Foto © Earth System Governance)
MI CORAZÓN RESIDE EN JANSKERHOF 21
Hubo
un tiempo
en el que los conejos se paraban a mirarnos
en el que los patos cruzaban la carretera para ir al lago
en el que las ovejas se sentaban en su hierba.
en el que los conejos se paraban a mirarnos
en el que los patos cruzaban la carretera para ir al lago
en el que las ovejas se sentaban en su hierba.
Hubo
un tiempo en mi vida
en el que los días rodaban en bicicleta.
Aunque lloviera, aunque nevara
el cielo blanco, sin sol, cegaba los ojos.
en el que los días rodaban en bicicleta.
Aunque lloviera, aunque nevara
el cielo blanco, sin sol, cegaba los ojos.
La
lluvia buscaba lloviendo el verbo escampar
nunca lo encontró,
el agua era un continuo río vertical
que ya no impedía vivir.
nunca lo encontró,
el agua era un continuo río vertical
que ya no impedía vivir.
Hubo
un tiempo en el que me sobraba tiempo
los mapas de la ciudad de Utrecht se mojaban
enormes sobre la bicicleta, hasta que un día
nos dimos cuenta de que era una ciudad de papel.
los mapas de la ciudad de Utrecht se mojaban
enormes sobre la bicicleta, hasta que un día
nos dimos cuenta de que era una ciudad de papel.
Allí
llovía, probablemente, la misma lluvia siempre.
Los días de nieve frente a nuestra casa
abrigábamos a la estatua de Anna Frank,
tan de bronce.
Los días de nieve frente a nuestra casa
abrigábamos a la estatua de Anna Frank,
tan de bronce.
Hubo
un tiempo
en el que viví todos los días en presente
junto a la iglesia de Jans que nos vio crecer libres
en el corazón mismo de los narcisos amarillos.
en el que viví todos los días en presente
junto a la iglesia de Jans que nos vio crecer libres
en el corazón mismo de los narcisos amarillos.
Escritora polifacética, docente, rapsoda y activista cultural española,
nacida en Madrid en 1972.
Poesía fotográfica... me gusta
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