El Jardín del Perfecto Brillo (antiguos Jardines Imperiales) en Beijing.
(Foto © About
& Abroad)
CIGARRAS EN BEIJING
Es
la temporada en la que el sol se defiende
de las gélidas masas de nuestros corazones
y madura un tallo de vapor
en el inviolable coto de su rareza.
de las gélidas masas de nuestros corazones
y madura un tallo de vapor
en el inviolable coto de su rareza.
Confundidas
entre los sauces llorones ellas cantan,
libando el durmiente juicio de las hojas,
mientras el tiempo es de alcanfor fuera de los árboles.
libando el durmiente juicio de las hojas,
mientras el tiempo es de alcanfor fuera de los árboles.
Similares
años a los de mi primera infancia
han permanecido bajo tierra,
preparando el impasible oficio de su canto,
oyendo a nuestros muertos,
anticipando la contienda de los vivos,
celebrando la ceguera de nuestra habitación última,
endureciendo de savia el instrumento que ahora consuela
la fatiga de los viajantes por el demorado vuelo de retorno
al remo duro del Atlántico.
han permanecido bajo tierra,
preparando el impasible oficio de su canto,
oyendo a nuestros muertos,
anticipando la contienda de los vivos,
celebrando la ceguera de nuestra habitación última,
endureciendo de savia el instrumento que ahora consuela
la fatiga de los viajantes por el demorado vuelo de retorno
al remo duro del Atlántico.
Deben
ser ya cuarenta grados,
por cuanto el cuerpo es un estorbo
como un poema corregido por años
sin la retribución del reconocimiento.
En cambio, sus tórax son más propicios
para el clamor del cortejo,
los élitros cortan el aire monótono
con el furor del cortaplumas
sobre la nuca del invisible enemigo.
por cuanto el cuerpo es un estorbo
como un poema corregido por años
sin la retribución del reconocimiento.
En cambio, sus tórax son más propicios
para el clamor del cortejo,
los élitros cortan el aire monótono
con el furor del cortaplumas
sobre la nuca del invisible enemigo.
Ha
de haber un centenar en ese árbol.
Podrían batir hasta calcinarse.
Podrían batir hasta calcinarse.
Hacen
un sonajero del mundo.
Terminada
la estación,
no serán más que cáscara
conteniendo nuestro vicio abandonado.
no serán más que cáscara
conteniendo nuestro vicio abandonado.
(Beijing,
2013)
Denisse
Vega Farfán
Poeta peruana nacida en Trujillo en 1986.
Poeta peruana nacida en Trujillo en 1986.
(Fuente:
Círculo de Poesía, México, 7.04.2019.)
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