DRESDE
Tu
espalda ya era hija del cisne y del estruendo.
Llegué
a la hora
que el cazador de medianoche
daba los últimos bandazos.
que el cazador de medianoche
daba los últimos bandazos.
Seguí
tu rastro mineral y en el camino
la corona de un príncipe polaco
rodaba entre columnas degolladas.
la corona de un príncipe polaco
rodaba entre columnas degolladas.
Pude
escuchar el crepitar, sobre una cúpula,
de la última gota de plomo.
de la última gota de plomo.
Tanto
desguace vino a mi pupila
que supe por el soplo de los fuegos
que debía comenzar desde la sombra
a deletrear tu ruina de templo arponeado,
a conocer, hacia el agua redonda,
el curso remoto de la hormiga.
que supe por el soplo de los fuegos
que debía comenzar desde la sombra
a deletrear tu ruina de templo arponeado,
a conocer, hacia el agua redonda,
el curso remoto de la hormiga.
Así,
sentada dentro de mis ojos,
al borde de la espesa ceniza
busqué atender el verde pulso
de la abeja expectante en el fruto calcinado
al borde de la espesa ceniza
busqué atender el verde pulso
de la abeja expectante en el fruto calcinado
y
tenuemente dejé caer los dados
que me anunciaran
en la nocturna pausa,
Dresde,
cómo sería tu amanecer.
que me anunciaran
en la nocturna pausa,
Dresde,
cómo sería tu amanecer.
Fanny Rubio
Poeta, prosista y crítica literaria española, nacida en Linares (Jaén)
el 18 de octubre de 1949.
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