11 de diciembre de 2019

Tokio



LA GEISHA Y EL DRAGÓN

Porque la distancia no existe
(y si existe no significa nada)
estoy ahora en tu alcoba
mónada en la espesura de Asakusa
Tokio abandonada al farol y la tiniebla
No voy a decirte cómo
pero debemos creer en los dragones
y si no es el dios saurio
lo que se traga tantos kilómetros
es porque el animal está en mí
dicho (y hecho) por las fauces de fuego
y la ausencia de alas (en el tronco)
y sin embargo se mueve

porque estoy ahí
                             aquí
                                      contigo
y se me parte el cardiograma
y me concedes (antediluviana) tu mano
tu arte de bordar el cielo y la delicia
con la seda transparente de tus dedos
                                                         mariposas
y tus labios floreciendo en las maneras de tu cuerpo
gozan de mí y en mí
hasta brotar los destellos del clímax
Sé que tú también vives este júbilo extraño
tú y tu piel
sabia en advertir el grano de arroz
bajo el muelle océano de plumas

Josu Landa
Poeta, prosista y ensayista venezolano, nacido en Caracas en 1953.
(Fuente: Campo de Plumas, Revista de creación literaria, México. Núm. 3, octubre de 2019.)

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