ENERO EN LLANÇÀ
Recuerda aquel domingo de enero, junto al mar,
ya florecido de mimosas resplandecientes, con los espinos
llenos de estrellas rosadas
y el cormorán secándose al sol, alas extendidas.
Griterío de niños, en el jardín, y una rama
de almendro. El calor
de los leños en el hogar cuando el ocaso alarga
las sombras de los cipreses, afuera, y de los pinos.
El día que ha nacido y crecido con el sol
como un niño feliz, racimo maduro al mediodía,
adulto se ha vuelto en la tarde calmada
y sin espasmos ha muerto lentamente
para no entristecernos, tras las montañas.
Recuerda aquel domingo de enero, junto al mar,
ya florecido de mimosas resplandecientes, con los espinos
llenos de estrellas rosadas
y el cormorán secándose al sol, alas extendidas.
Griterío de niños, en el jardín, y una rama
de almendro. El calor
de los leños en el hogar cuando el ocaso alarga
las sombras de los cipreses, afuera, y de los pinos.
El día que ha nacido y crecido con el sol
como un niño feliz, racimo maduro al mediodía,
adulto se ha vuelto en la tarde calmada
y sin espasmos ha muerto lentamente
para no entristecernos, tras las montañas.
Maria
Àngels Anglada
Poeta y prosista catalana (Vic, 9 de marzo de 1930 - Figueres, 23 de abril de 1999).
Versión
de © Carlos VitalePoeta y prosista catalana (Vic, 9 de marzo de 1930 - Figueres, 23 de abril de 1999).
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