EL RÍO HUDSON
He llegado hasta aquí
y ahora contemplo el río Hudson.
El otoño no imagina que es otoño.
Los árboles brillan sobre la superficie.
El sol vuelve y baja entre las nubes.
Los árboles permanecen en silencio
como si nada existiera. Yo también
permanezco en silencio como si no existiera.
Los árboles no saben que son árboles,
el sol tampoco lo sabe. Las palabras
no pueden registrar lo que siento.
La emoción me invade y las palabras
me dejan en el mismo lugar.
Sentado en este banco contemplo la vida.
Hay mucha gente sin ocuparse de nada,
extraviada como yo con la mirada fija
en la ardilla que saltó entre la hojarasca.
No puedo describir lo que siento.
No sé cómo agradecerle al paisaje tanta felicidad.
“Todo es igual y todo es diferente”, le digo
a la mujer que corre sin mirar el paisaje.
Cree que soy un inmigrante y acelera el paso.
Ciertamente es lo que somos le digo a mi corazón.
“Ya nada será igual, dentro de mí nada será igual”,
le digo a los que pasan y piensan que estoy loco.
El sol extiende sus dominios,
el paisaje se queda flotando.
David
Cortés Cabán
Poeta y docente
puertorriqueño nacido en Arecibo en 1952. Reside en Nueva York.
(Fuente: La Otra, Revista de poesía, núm. 163, 2020.)
(Foto © Airlink NYC)
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