El castillo de Heidelberg, grabado de Friedrich Rottmann (hacia 1800).
HEIDELBERG
Mi antiguo y largo amor
quiere, para su gozo,
llamarte madre, dándote una canción sin arte,
a ti, de las ciudades patrias
la más bella que vi en los campos.
llamarte madre, dándote una canción sin arte,
a ti, de las ciudades patrias
la más bella que vi en los campos.
Como el ave del bosque
vuela sobre la cumbre,
tal sobre tu reflejo en el río se cierne
el puente, leve y poderoso,
sonoro de hombres y carruajes.
tal sobre tu reflejo en el río se cierne
el puente, leve y poderoso,
sonoro de hombres y carruajes.
Acaso por los dioses
enviado, un hechizo
me encadenaba al puente cuando lo atravesaba,
y me mostraba en las montañas,
incitante, la lejanía.
me encadenaba al puente cuando lo atravesaba,
y me mostraba en las montañas,
incitante, la lejanía.
El río adolescente se
perdía en el llano,
gozosamente triste, como el corazón, cuando,
harto de su belleza, quiere
hundirse en el cauce del tiempo.
gozosamente triste, como el corazón, cuando,
harto de su belleza, quiere
hundirse en el cauce del tiempo.
Le habías dado fuentes,
frescas sombras cubrían
al fugitivo, y le iban las orillas mirando
pasar, y llevarse en las ondas,
temblando, su amorosa imagen.
al fugitivo, y le iban las orillas mirando
pasar, y llevarse en las ondas,
temblando, su amorosa imagen.
Mas sobre el valle pende
gravemente el gigante
castillo, sabedor del destino, hasta el suelo
desgarrado por lluvia y viento;
pero el sol eterno ha vertido
castillo, sabedor del destino, hasta el suelo
desgarrado por lluvia y viento;
pero el sol eterno ha vertido
la luz remozadora sobre
su envejecida
corpulencia, y, ciñéndole, hizo verdear viviente
yedra, mientras amigos bosques
le envolvían en su murmullo.
corpulencia, y, ciñéndole, hizo verdear viviente
yedra, mientras amigos bosques
le envolvían en su murmullo.
Los arbustos bajaban
floreciendo hasta donde
en el valle, el regazo del monte, o inclinándose
suaves, a la orilla, las calles
entre olor de jardines quedan.
en el valle, el regazo del monte, o inclinándose
suaves, a la orilla, las calles
entre olor de jardines quedan.
Friedrich Hölderlin
Poeta y filósofo clásico-romántico alemán, nacido en Lauffen am
Neckar
(Ducado de Wurtemberg) el 20 de marzo de 1770. Murió en Tubinga
(Reino
de Wurtemberg) el 7 de junio de 1843.
Versión de José María Valverde
(Fuente: Francisco Rico: Mil años de poesía europea.
Editorial Planeta, Barcelona, 2009.)
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