15 de diciembre de 2019

Bogotá

Los primeros tranvías de Bogotá, en 1894.


A BOGOTÁ

I
¡Oh mi ciudad querida, hoy tan lejana 
y tan inaccesible a mi deseo, 
que al evocarte en mi memoria creo 
que fuiste un sueño de mi edad temprana!

Te evoco así, como a quimera vana, 
y al evocarte, sin cesar te veo
resplandecer bajo el ardor febeo 
sobre la gran quietud de la sabana.

Y al pensar que en ti van, hora tras hora, 
sucumbiendo los seres que amé tanto 
y que la tierra sin cesar devora,

surges bajo la nube de mi llanto, 
no como ayer: alegre y tentadora,
sino como un inmenso camposanto.

II
¡Oh mi bella ciudad! Cómo en tu seno 
vibró mi ser y aleteó mi rima
cuando en tu corazón hallé la cima 
que asalta el rayo y que apostrofa el trueno.

Te poseí bajo tu azul sereno, 
entre el halago dulce de tu clima,
y te ofrendé mi juventud opima 
con tanto ahínco y con amor tan pleno,

que en las tinieblas de tus noches frías 
y hasta en tus más recónditos rincones
deben sonar, cual ecos de otros días:

los sollozos de todas mis canciones, 
los estruendos de todas mis orgías
y los gritos de todas mis pasiones!


Julio Flórez
Poeta colombiano, nacido en Chiquinquirá (Boyacá) el 22 de mayo de 1867. 
Murió en Usiacurí (Atlántico) el 7 de febrero de 1923.

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