28 de noviembre de 2019

Vilna



NOCTURNO DE VILNIUS

Nieve y noche, solas.
Solo torres, cruces y grúas.
Tejados nevados, nada más.
Solo cornisas con relieves de adivinanzas.
Pálida luz de los faroles
tembletea sobre la nieve con alas
doradas de enormes mariposas: me atolondra.
Rompen a hablar los árboles,
zigzaguean sus ramas desnudas.
Melodías de ramas negruzcas
como un grito mudo.
Hileras de tilos estremecen
todas las plazas con su canto.
Una red negra de ramitas,
y blanca canción en la red.

Fluye lento Neris como lava negra,
lleva lirios gigantescos
de nieve y hielo.
Temo cerrar los ojos: no se me pierda su florecer.
Temo que al despertar se esfume todo.
Y en cada rincón de las calles bajo la sombra azul,
debajo de cada arco iluminado por las estrellas
surge una visión ya olvidada
y se oye el cuento de hadas
que nadie nunca contó…

Solo se ponen a cantar pasos sobre la nieve
como un violoncelo lejano hechizado en el ventisquero
o como el corazón
en la blanca soledad de medianoche,
como la mano tendida hacia el muro helado,
como el hálito de llama temblante
sobre los labios.

Siento cómo el calor de los que duermen
traspasa los muros helados.
Descifro destinos en la acera,
escritura zigzagueante de las pisadas.

Sobre la nieve siguen tremolando
mariposas doradas.
Me atolondran.
Nieve y noche, solas.

Janina Degutytė
Versión de Birutė Ciplijauskaitė

Janina Degutytė, poeta lituana (Kaunas, 6 de julio de 1928 - Vilnius, 6 de febrero de 1990).

No hay comentarios:

Publicar un comentario