Junto a Ca’ Pesaro el agua se
divierte,
juguetea y se esconde en la quilla de
barcos
que atónitos contemplan el devenir
del aire.
Nunca ha sido tan camino el agua.
Nunca como esta tarde incierta
el bermellón y el ocre la acarician
y hasta mueren en ella. Se diría
que el tiempo ha detenido su carrera.
Junto a Ca’ Foscari tus ojos o tus
labios,
tal vez la enredadera de tus manos,
tiemblan
ante el prodigio de la piedra viva
que traduce el saber y la belleza.
Entonces contemplarte es desear la
vida,
asumir la locura que detiene los besos
perseguir tu mirada que se oculta
radiante
en el rojo matiz del agua móvil.
María Cinta Montagut
Poeta española nacida en Madrid en 1946.
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