YÁNNENA CRISTALINA, II
Una noche así, hace
años,
alguien anduvo solo, no sé cuántos
kilómetros embarrados
de noche y nubosidad sin estrellas.
Al amanecer entró en Yánnena.
En la primera posada
comió y durmió
tres días enteros. Se despertó por la nieve
que caía suavemente, se puso en la ventana
y oía los clarines.
A veces de forma tenue y a veces a su lado,
como el viento se los llevaba.
Y escuchó después la voz
clarísima, desde algún sitio cercano,
como un aullido y como si degollaran
a una mujer y ni pelea ni
nada más, nevaba toda la noche en Yánnena.
Al amanecer pagó lo que debía
y se volvió a su pueblo.
A sus cincuenta estaría
con pelo gris y tres hijas
solteras, viudo cuatro años,
con la capa negra en los hombros,
y de la nieve que levantaron esos hombros
nadie supo.
Mijalis Gkanás
Poeta, narrador y
guionista griego, nacido en el Epiro en 1944.
Versión de Virginia López Recio
(Fuente: Ómnibus, núm. 50, Junio de 2015.)
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